Desayuno: Café soluble Nescafé Green Blend con
leche descremada edulcorado con sacarina líquida (190 gr.) y un pitufo integral
tostado, (pequeño bollo de pan de unos cuarenta gramos de peso) con sal y
aceite de oliva virgen extra (50 gr.).
Media mañana: Nada.
Comida: Gazpacho
sin pan (261 gr.), ensalada (82 gr.), pollo asado sin piel (102 gr.) y de
postre plátano pesado sin piel (85 gr.).
Merienda: Dos
kiwis pelados (117 gr.)
Cena: Una
empanada argentina de carne picada picante (100 gr.)
Peso de la ingesta
diaria: 987 gr.
A pesar de haber sido un día bastante desajustado, conforme
a la normalidad habitual, pues también hay que cumplir con los compromisos que
uno tiene, no se dio mal del todo en el cómputo global, si bien me tomé seis
cervezas a lo largo de la noche, también es cierto que me di un paseo por todo
el centro de Málaga de cómo una hora y media, cosa que habitualmente no suelo
hacer.
Este paseo me sirvió a dos propósitos, uno para hacer un poco
de ejercicio y compensar la ingesta de cerveza, y el otro, para darme cuenta de
que la crisis nos está afectando muchísimo, pues siendo Málaga una ciudad de
veraneo, o mejor una ciudad a la que viene mucha gente a veranear, en la
madrugada, estaban casi todos los locales del centro cerrados, y los pocos que
había abiertos tenían cuatro gatos, la verdad es que me produjo bastante
tristeza, pero es la realidad, la gente no tiene ni dinero ni animo, así que
esta, como muchas otras se ha convertido en una ciudad triste, donde solo se ve
lo peor de la noche en la calle, que si bien son pocos, ahora se les nota
mucho.
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